sábado, 20 de noviembre de 2010

Twin Flames

Dicen por ahí uno que da grima. Y sí, es perturbador, pero, yo me pregunto ¿Es lo primero o lo más importante que se te ocurre decir de semejante perla? ¿A que obedece que comiences la noticia con semejante sentencia? Pues supongo que debe ser por conseguir un enunciado corto y atractivo que provoque el click del potencial lector. Hace ya algún tiempo que los canales RSS y los gadgets para noticias en la web, se valen de esta política para llamar la atención de los lectores y el resultado es que muchas veces este enunciado es el referente que se te queda del contenido de la noticia en sí.


Partiendo de esto, podriamos colegir que la última orgiástica puesta en escena de Saam Farahmand no es más que un simple vídeo de terror u otra vulgaridad pornográfica, pero lo cierto es que este vídeoclip recupera el cariz artístico que otros anteriores realizadores aplicaron al género antes que él. Lease Chris Cunningham, Stéphane Sednaoui o Anton Corbjin entre otros, gente que convierte el encargo en un proyecto al que aplican su impronta personal dotándolo de vida y convirtiéndolo, pues en eso mismo, en arte. Un arte muy diferente del que se puede extraer de la mayoría de videoclips actuales, que únicamente se valen de proezas técnicas para elaborar cuidadas piezas estéticas, pero que al final suelen provocar indiferencia. Todo lo contrario de lo que pasa con el trabajo de Farahmand que, desde grima para nuestro celeberrimo periodista, provocan de todo menos hastio.

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