lunes, 15 de septiembre de 2008

Lilypad

Su excusa es que no vamos a ser capaces de controlar el calentamiento de los polos y que hay que empezar a pensar en una solución de futuro para cuando suban las mareas. Cada vez que veo que alguien saca beneficio de esto del cambio climático, yo me lo creo menos... Dejando aparte consideraciones personales acerca de como el cambio climático no es si no un sistema planetario para la regulación de superpoblación y no el apocalipsis total que tanto desean algunos, de haberlo -el cambio- se está sacando tajada con él, como no se ha visto antes desde la invención de las tragaperras.

Dicho esto, Vincent-Callebaut Architectures ha desarrollado un proyecto para crear una suerte de ciudades autosuficientes flotantes que chulas lo son un rato, pero que una vez más nos lleva a reflexionar sobre el papel de los arquitectos en la vida contemporánea. Esto es, si viviéramos en una novela de William Gibson (o en la propia página web de estos arquitectos, porque telita, no son fantasmas ni nada) sería fantástico que alguien pensara en la supervivencia de la especie y desarrollara proyectos para irse a Marte y como poder mutar todos hacia entidades litóvoras. Pero como quiera que vivimos en el mundo real, en el mundo de crisiseconómica labolsasedesploma elpetroleoestáporlanubes adivinaquienpagaelpatootravez, ¿porque esta gente no se dedica a averiguar como construir pisos asequibles para los jóvenes en vez de a intentar destruir los litorales marinos por el único margen que quedaba ya sin edificar, esto es, el propio mar?

Y es que, antes te acercabas a la costa, te ponías bien pegado al borde del acantilado y ayudado de unas anteojeras de esas que lleva el ganado para anular su visión periférica podías ver el mar. Sólo el mar. Deleitarte con la sola inmensidad del manto azulado, constatar la curvatura de la tierra en el horizonte, otear a la búsqueda de algún lejano barco, y pensar en los mares que vieron Conrad o Stenvenson... Pues eso se acabo también, porque en cualquier momento aparecerá la versión Expediente-X del Nautilus y te joderá vivo. Olvídate de vivir en una de esas y menos en los niveles que quedan por debajo de la línea de flotación. Ni hablar. Ah, ¿eres de Dubai? Discúlpame, entonces es posible que tengas el privilegio y es posible también que el ejercito ex-soviético venda Typhoons de segunda mano y yo pueda ahorrar para comprarme uno y poder meterte así un torpedo en el dormitorio el día que inaugures.





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