jueves, 24 de julio de 2008

La busqueda de otra belleza...

Me autoimponía en una de mis primeras entradas, la sublime obligación de buscar sólo aquello que era bello. Susceptible de opinión y por definición, subjetiva, la busqueda de esta belleza pasa por el filtro de mi bagaje cultural, mi educación, mi subconsciente bilbaino, mi estigma zodiacal y como afirmo en la cabecera de este blog, por mis filias y la psicopatología cotidiana que un día me hace amar una cosa y al otro denostarla; con excepciones que más allá de confirmar regla alguna, la alteran, la accidentan y la hacen aun más personal. También existe el absoluto en mi vida, una belleza que es constante, que no cambia.

Así, algunos de vosotros podréis inquietaros con la siguiente selección de oleos y pinturas, pero es indudable que bajo la maestría de este autor, subyace una manera diferente de entender lo que nos rodea, distorsionando la realidad para poder alcanzar una visión pura e inmaculada del desequilibrio emocional y la peligrosa psicosis que, a tenor de sus lienzos, atenaza su torturada conciencia. ¿Puede haber algo más bello que la busqueda de uno mismo a través de la expresión artística? ¿No es acaso belleza la revelación de la Verdad?

Esperemos por el bien de todos, que estás palabras lo animen a seguir pintando. No quiero imaginármelo esculpiendo, ni que materiales usaría...






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