sábado, 12 de septiembre de 2009

Roberto Gamito

A veces cuando cae la noche y aparecen los fantasmas, me asaltan las dudas y la oscuridad me impide discernir con claridad si lo que veo es una horterada del tamaño de la Nostromo o sí verdaderamente es arte; o ambas cosas. En esos momentos decía, me siento muy pequeño y pienso ¿Quién soy yo para juzgar a nadie? Yo no elegí este oficio, quiero irme a la cama, voy a calentarme la leche para el Nesquick, mi novia no me deja fumar en la cama... El trabajo de Roberto Gamito puede ser ambas cosas, hortera y arte -qué próximas!!-, pero oculta, además de un apetito ejemplar por el cuerpo de la mujer, un meticuloso estilo retro que hace que su trabajo esté ahora de rabiosisisima actualidad. Por si no ha quedado claro diré que, a mi, me gusta.





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