sábado, 12 de septiembre de 2009

The Kitchen

Mira podréis decir lo que queráis del neorealismo Italiano y de lo grandísimo que era Marcello Mastroiani y del chocoplasta de Pasolini, del celeberrimo Truffaut y sus 400 petardadas, del free cinema, del angustias de Lars von Trier y los desvarios de Fassbinder, la memez irreprochable del gran Godard, el genio de Hitchcock -Crom guarde en su montaña tu despiadada mente y la calva que la protegía-, el cine experimental, la Avant-garde de donde sea y la comida de tostada que le hizo Hollywood al pobre Tarkovski y dicho sea de paso la cadenciosa y sublime majestuosidad del cine de Kubrick... PERO en la vida una película me la ha puesto tan dura como Conan The Barbarian y eso que es la infamia cinematográfica hecha celuloide. Sí, sí, los actores provocan una mezcolanza de pena y asco, la historia original de Robert E. Howard sirvió para que todo el equipo de rodaje se sonase los mocos provocados por la misma enfermedad que los dejó lerdos para dirigir nada que no fuera caca y el resultado entre entrañable spaguetti western e infumable subproducto de espada y brujería (y eso que fue el primero de una serie de agarrate que viene curva) no pudo provocar más indignación para los fans del musculado bárbaro que si hubieran escogido para el papel principal a Klaus Maria Brandauer. Todo esto es cierto, pero podéis coger todo el cine supuestamente de verdad y meteroslo donde no luce el sol, porque la banda sonora que el divino Basil Poleoduris compuso, orquesto y dirigió para esta película la convierte en la mejor que la historia del cine ha podido rodar jamas.

Este despropósito tiene su explicación en el hecho de que en la original, no incluyeron el tema titulado The Kitchen y ahora, verbigracia del P2P que está sometiendo a las compañías que ostentan los derechos de estas películas a exprimir sus productos con la esperanza de que los coleccionistas compren y no bajen, resulta que lo han incluido y remasterizado y lo tengo sonando a todo trapo mientras busco taparrabos en Ebay y afilo mis espadas para asolar las fiestas de Poblenou esta noche. 2 Minutos 16 segundos de absoluta y pura épica.

Diréis que soy un freak, pero no hay Wagner que esté a la altura de esta partitura ni Verdi a la de este libreto:

Alum dare id Hephaestus, id ire fundi
fati virum, omni brachium
pulchris profundis, infernarum servi fati
Impoteo Infernarum
ooo pulchris infernarum profundis
Impoteo, impoteo fati
Impoteo Infernarum
alum dare, orire, id Hephaestus, id ire,
pro profundis fati,
pro pulchris infernarum profundis
pro pulchris omni fati brachium
pulchris profundis infernarum servi fati
profundis, profundis fati
alum dare, orire id Hephaestus, id ire
pro profundis fati.



Dios creo que voy a tocarme.

No hay comentarios: