Este resort residencial ha sido diseñado por el Estudio Dror de Nueva York. Se encuentra situado en la isla de Nurai, al noroeste de la ciudad de Abu Dhabi. Ni tan sólo me molesto en poner el enlace. Como bien digo desearía vivir en un sitio así, pero un cierto código ético, bastante provinciano, pero del cual me enorgullezco, me impediría saludar a los que podrían ser mis vecinos si no es con un lanzallamas.
El segundo ejemplo de vivienda no tiene pegas más alla del precio, y de que en este pais, tu casa ardería el primer verano después de construirla.
La empresa alemana Baumraun en colaboración con un estudio de arquitectura y otro de diseño de entornos naturales (lo que me parece una aberración del calibre de la campaña del Sónar de este año, los entornos o son naturales o se diseñan, basta de hibridación por favor) han creado una serie de casas sitas en arboles.
Creo que el instinto de autoconservación natural lleva a los niños a construirse refugios y la proximidad con el mono, lleva a los que pueden a construírsela en un arbol. Yo como me crié en la ciudad postnuclear que era Bilbao, me hacía las cabañas en desolados entornos industriales abandonados; siempre quise tener un arbol donde poder hacerla.
Y finalmente la tercera opción. Ahora resulta que con el reventón de la burbuja inmobiliaria el precio de compra se supone que baja y el del alquiler sube. Lo cual quiere decir que el de compra baja poco y el de alquiler se dispara.
Mi solución: Una empresa inglesa alquila horages reciclables para festivales de música. Esto es, te compras la entrada, alquilas la tienda y ellos te la montan y te la limpian mientras dure el festival, luego vienen y se la llevan. La clave es montarla en el coche la noche anterior y aunque te pierdas la actuación del subnormal de Pete Doherty, ya tienes una casa.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario