miércoles, 14 de abril de 2010

Otro más...


... Que se ha ido. A este le tenía un especial cariño, como el que le pudiera haber tenido a Arthur C. Clarke, verbigracia: http://hfctn.blogspot.com/2008/03/new-odyssey.html

Por qué la relación? Malcolm a su manera de ver también era un fantástico cuentista. Otro apasionado de la ficción, quizá más al estilo de B. Traven que al del científico, pero brillante igualmente, sobre todo por su cinismo y su elegancia. No te jode que quiso presentarse a la alcaldía londinense! Con dos cojones.

Vendía discos a las discográficas que jamas se grabaron y se inventó el punk; esto no se lo perdonaron, lo primero claro. El punk por necesario tenía que llegar y él, gran acrobata de las oportunidades lo único que hizo fue subirse en la primera estación. Lo de reirse de la industria ni hablar, por ahí no pasaron. Ahora, para mi eso lo convirtió en icono y héroe transnacional. Para que os hagáis una idea voy a hacer una comparativa de contrastes, la antítesis que nos tocaría es Ramoncín, ese «punk» patrio.

Malcolm se ha ido. Nos deja un legado de música que fue posible en parte gracias a él, nos deja la epopeya sobre el auge y la caída de su relación con Vivienne Westwood, nos deja a los Sex Pistols y también a los New York Dolls, pero sobre todo nos deja ese perfil de eterno burlador buscavidas al que su abuela le susurraba de pequeño"es bueno ser malo y es malo ser bueno".

1 comentario:

Marta Alegre Mente dijo...

os pareceis un poco o son cosas mias? he dicho