miércoles, 19 de marzo de 2008

A new Odyssey


Primero vi la película. Me hipnotizo. Su tempo, los diseños, la fría calculada precisión homicida de Haal 9000, su plegaría para conservar su vida mientras le era borrada la memoria.La alegoría que esto último implicaba: toda su existencia era en tanto existiera su memoria. Después, subyugado por aquel derroche de poesía astronáutica y en plena ebullición de mi interés por la ciencia-ficción (deben haber pasado ya 17 o quizá 18 años), leí la novela y sencillamente me cautivó. La lucidez de sus conjeturas, su fresca y depurada prosa y sobre todo la mágica esperanza que abría la ficción que narraba. Después le siguieron otras lecturas, todas fascinantes, todas emotivas y optimistas.

Primero se fue Kubrick y hoy ha marchado Clarke. Me queda el consuelo de que mientras te recordemos seguirás existiendo en esta parte del universo.

Buen viaje

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BONITO BLOG....