jueves, 30 de abril de 2009

Beauty redefined?

A ver, me espantan. Las sentencias así. La belleza redefinida, hostia, no hizo algo así ya en su tiempo Francisco de Goya? Cada vez que oigo o leo algo como esto me hecho a temblar, me suena a excusa; a excusa para metértela doblá. Para empezar hay que comprender profundamente aquello que se intenta redefinir y segundo, en el caso de la belleza... Bueno, ambicioso cuando menos. Me estoy acordando de aquellos que quieren redefinir el capitalismo, sin comprenderlo, sin poderlo acotar y dándose cuenta tarde de lo caprichoso, destructivo e impredecible de su naturaleza, ahora quieren hacerlo más fuerte y quienes son los encargados, los mismos que lo integran. El status quo. Fantástico.

Bueno, pues ahora a un grupo de modernas se les ha ocurrido que pueden redefinir la belleza femenina a base de tungsteno, figurantes con escasos recursos interpretativos y nostalgia de unas de las películas más maniqueas y torticeras de los noventa. He dicho torticeras. Ahora, claro, ellas están buenísimas, como lo estaba Brad Pitt hablando de lo innecesario de llevar calzoncillos con el nombre de otra persona. Vete a la mierda guapo. Y vosotras atajo de lerdas, si queréis redefinir algo de verdad no escojáis la evidencia, arriesgaos un poco y buscad una pelea de verdad, esto no es más que masturbación. He dicho masturbación.



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