domingo, 16 de septiembre de 2018

Cambiando percepciones




Me comentaba un amigo al enviarle algunas de las fotos que he hecho estos días, que se la imaginaba más oscura y soviética. Ayer precisamente vi un vídeo de un ponente en una charla que pedía a sus oyentes que escogieran cual de los dos círculos en una imagen era más grande, ambos idénticos. Un sencillo ejercicio de manipulación. Con China pasa igual. Los medios de comunicación occidentales te pintan un panorama distópico y yo desde aquí con la imagen de arriba te muestro una ciudad que bien podría ser otra Nueva York.

Bueno, pues lo cierto es que ni una cosa ni la otra. China no es más Orwelliana que Londres y Yuzhong no es Manhattan. De eso no cabe duda. Todavia no hemos visto las masificaciones que esperábamos ver. De hecho, por ahora proliferan los espacios abiertos practicamente desiertos y la calidad del aire, pues a falta de un espectógrafo, no creo que tenga nada que envidiar a la de Barcelona la verdad.



Tambien, contrariamente a la idea preconcebida de ser una sociedad acelerada y profundamente estresada, al menos los vecinos y trabajadores de este barrio no parecen sufrir de estos males. La gente actua y se mueve de manera pausada, con eficacia y hasta el momento educación. Si acaso son algo taciturnos, no es de extrañar considerando el clima; en los ultimos 8 dias desde que llegamos hemos visto el sol 15 minutos.

El área en el que nos encontramos se ve particulamente nueva. Los edificios parecen haber sido construidos en los ultimos 30-40 años. Diriase que existe un denodado esfuerzo por modernizar y podriamos decir, occidentalizar el entorno urbano, pero aun en contraste con la meticulosa pulcritud de las grandes superficies, los pequeños comercios se ven oscuros y desordenados.


Chongqing es conocida como la Ciudad de las Montañas, pero quizá el epiteto que más se le ajusta es Ciudad Niebla. Bien sea por encontrarse en medio de un área montañosa o por la humedad que acarrean los dos rios que la cruzan, la ciudad se encuentra permanentemente envuelta en una espesa bruma. Siendo oriundo de Bilbao este clima no me molesta demasiado, pero ya veremos cuando lleve aquí tres semanas como le ha sentado a mi organismo no haber visto el sol.




























 Todo el área urbana de Chongqing está poblada por urbanizaciones de unos 6 a 20 edificios con una media de unas 40 plantas. De estilo profundamente brutalista y ahora sí, terriblemente soviética, sino fuera porque los edificios se encuentran separados por amplias zonas verdes de una densidad similar a la de un bosque -algunas de ellas albergan incluso lagos-, la ciudad tendría un aspecto terrible.

Edificios colmena, niebla constante y espacios desiertos. No estoy en Los Angeles en el 2049, pero si alguien me da un caballito de madera en algún momento, me voy a empezar a preocupar.









viernes, 14 de septiembre de 2018

Ironías de la vida...



... tenía que acabar en China.

No sé si os pasa a todos, pero desde hace unos años miro hacia atrás y veo mi vida jalonada de sucesos no carentes de cierto, como decirlo, sarcasmo. O sea quiero decir ¿Cual era la probabilidad de que Paloma acabara en China? ¿Esta todo orquestado por un demiurgo guasón, que un día decidió que ese bilbaino al que apodaron Chino sus compañeros de escuela, epíteto que le acompañaría hasta que abandonó la ciudad cuando se mudó a Barcelona, acabará casándose con una mujer que se mudaría a China al menos por un año?

El día que esto se acabe -no me refiero al episodio oriental sino a algo más definitivo-, cuando mire hacia arriba y me diga a mi mismo, «Esto ha sido todo», caso de existir, en ese momento confrontaré a mi creador. Pues bien, ese día me va a oir, palabra.


Y es que, parecido a como me pasó en Japón, la gente me habla. Da igual que use la expresión para explicar que no sé hablar su idioma, me siguen hablando. Y no poco. Me cuentan un montón de cosas y luego se quedan extrañados ante mi silencio o mis encogimientos de hombros. Pensarán: debe ser sordomudo, pobre.

Pero bueno, más allá de mis tribulaciones comunicativas y de mi cómica pero siempre emocionante vida (un día de estos os explicaré como mi primera relación con la cultura china fue a través de un gimnasio de kung-fu al que asistí durante 6 años en mi adolescencia y que estaba dirigido por un tipo de Recaldeberri que resultó ser un psicokiller, ¿Cómo lo ves?), hoy quería empezar a hablaros de Chongqing y de como nos está yendo por aquí, una vez se ha cumplido una semana de nuestra salida de Barcelona.

Iba a empezar por un poquito de historia y algún dato demográfico, pero supongo que podéis echarle un vistazo a la wikipedia para leer la extensa entrada acerca de la ciudad, y así yo puedo ir contandoos nuestra experiencia personal. Cosa que haré cuando volvamos de nuestra excursión de hoy a Jiefangbei, uno de los centros neurálgicos de la ciudad y que promete ser toda una experiencia. A ver que me cuentan...


miércoles, 19 de abril de 2017

Aizkorri

 
A minute to breath

Existe una playa en la costa de Bizkaia llamada Gorrondatxe. Nadie la llama así, la conocemos como Aizkorri. Fonéticamente y pese al salto idiomático creo que nos resulta más cercano a su orografía, agreste, escarpada, rocosa. Es un sitio en el que nada malo puede sucederte. Es uno de esos refugios llenos de recuerdos.

El acceso al agua es jodido y las corrientes y rocas no invitan ni a los surfistas. Es un lugar salvaje, con vegetación que se aproxima casi hasta la orilla y poca afluencia de público; prácticamente nadie en invierno, algún valiente en primavera. Sin embargo, siempre que puedo intento ir, especialmente si el día está nublado, eso, aun en el Vasco, garantiza soledad.

Estas pasadas vacaciones estuve allí y me llevé la cámara, nada como la brisa del Cantábrico para quitar el óxido... a uno mismo.












lunes, 27 de febrero de 2017

Rankin

Uno de los referentes en cuanto a saber de que va la historia es la revista Dazed & Confused. Uno de su co-fundadores, Rankin, expone material inédito en una galería de Berlín. Una buena excusa para ir mirando vuelos...

Vamospallí

lunes, 16 de enero de 2017

Mike Barr



—¿No te recuerda algo? Esa combinación.
—¿Cual?
—La lluvia, y el verano, y Nueva York. —

La pintura es de Mike Barr.